jueves, 5 de agosto de 2010
Calidez
Por la rivera de la Boca una noche de verano
contemplaba las estrellas y la calma infinita
los barcos parecían dormidos en la orilla
y más allá el viejo puente inspirábame.
Cuando de pronto advertí que del impuro río,
alguien me hacía una señal,
de movida no entendí y entonces me acerqué
y no pude comprender lo que mis ojos veían.
En el agua mugre y el aceite nadaba una sirena
de largas cabelleras como trigo al viento
desnuda de pechos y pezones duros
agitaba su manita como invitándome.
Mas yo que podía hacer entre tanta confusión
si bien el agua no me tentó a tirarme de cabeza
ni tampoco a prefectura intenté avisar
por temor a perturbar a tan bella criatura.
Y nos quedamos mirándonos casi casi penetrándonos
una sirena de aguas claras en mi río turbio sin igual
que podía estar haciendo, más peor yo sin hacer nada.
Y de pronto se esfumó con la bruma de la mañana...
La Renga - PSYLOCIBE MEXICANA -
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